La Semana de la Moda de París acaba de echar el cierre dejando tras de sí, para sorpresa de muchos, presentaciones espectaculares. Y es que no deja de ser un tanto paradójico que en tiempos de confinamiento y de duras restricciones los diseñadores hayan volado más alto que nunca -tanto en sentido literal como figurado-, presentando colecciones brillantes que, en ocasiones, nos han dejado sin palabras.
Ante la imposibilidad de organizar desfiles convencionales, tanto firmas como diseñadores se han visto obligados, una vez más, a hacer un esfuerzo imaginativo utilizando las nuevas herramientas de comunicación digital para hacernos vibrar con sus propuestas para la próxima temporada otoño-invierno 2021/2022 sin movernos de casa.
Las ansias de volver a viajar que muchos sentimos han quedado plasmadas en las colecciones de Thom Browne y de Miu Miu. En un magnífico fashion film en blanco y negro, el diseñador neoyorquino nos lleva por las majestuosas montañas de Utah de la mano de la esquiadora olímpica Lindsay Vonn, a la cual vemos saltar desde un helicóptero y deslizarse por las pistas nevadas en esmoquin mientras se va cruzando con modelos que llevan los diferentes looks que forman parte de una colección inspirada, como no podía ser de otra forma, en los deportes de invierno.

Por su parte, Miuccia Prada nos transporta a su particular ‘Club de Montaña Miu Miu’ en los Dolomitas italianos, a casi 3.000 metros de altitud, para mostrarnos una colección impregnada de la estética del montañismo moderno: trajes de esquí acolchados, chaquetas voluminosas, botas de yeti, bolsos de peluche y coloridos pasamontañas de lana. Todo un soplo de aire fresco en tiempos de pandemia.

De viaje nos lleva también la ‘Balmain Army‘ de Olivier de Rousteing, que filma su desfile en los hangares de Air France. Se trata sin duda de una de las mejores colecciones del joven creativo francés, donde resaltan los tonos electrizantes, las siluetas voluminosas -con hombreras pagoda y pantalones anchos- y la maleta, como complemento estrella.

Motivada por este espíritu escapista, Nadège Vanhee-Cybulski, la directora creativa de Hermès, nos propone un desfile virtual en tres actos, a modo de tríptico que se despliega simultáneamente en tres capitales: Nueva York, París y Shanghái. Todo un desafío tecnológico para poder salvar las distancias geográficas en una época en la que viajar no es una opción. Con esta puesta en escena, Vanhee-Cybulski presenta una colección elegante compuesta por delicados vestidos midi, trajes pantalón y trench estructurados que anuncian una vuelta a la normalidad alejada del entorno doméstico.

Y si hay una firma que representa en el subconsciente colectivo el mundo del viaje, esa es Louis Vuitton, que esta temporada se ha aliado con el atelier de diseño Fornasetti para invitarnos a viajar sin salir de casa, a través de una presentación digital por las imponentes salas del Louvre, cuyo punto álgido ha sido el “cara a cara” entre una de las modelos y la Victoria de Samotracia. Con esta colección, impregnada de contrastes osados, como las mezclas de texturas, y de experimentos estéticos, tales como el layering, la deconstrucción de las prendas y las combinaciones de piezas formales e informales, Nicolàs Guesquière pretende llevarnos por un viaje cultural que no nos deje indiferentes.

Después de muchos años de desfiles de proporciones épicas en el Grand Palais, Virginie Viard, la actual directora artística de Chanel, ha visto en la coyuntura actual el momento perfecto para darle un giro radical a la manera de presentar las colecciones de la casa de costura, volviendo a los orígenes de Karl Lagerfeld, cuyas modelos se vestían solas antes de desfilar en los restaurantes parisinos de moda. Siguiendo esta premisa, Viard rompe con la formalidad establecida y, a través de un cortometraje emitido en su web y en redes sociales, muestra a sus modelos divirtiéndose en el histórico Club Castel. Corren tiempos nuevos para la maison, que como ha demostrado en esta presentación, más juvenil e informal, está dispuesta a renovar su vocabulario estético, y a incluir nuevos conceptos como el de género fluido.
La uruguaya Gabriela Hearst, que se estrenaba al frente de Chloé con esta colección, también escogió el escenario parisino, y en concreto las calles adoquinadas del barrio de Saint-Germain, para filmar sus propuestas boho-chic, que incluyen vestidos con estampados de rayas en tonos tierra, ponchos, capas y bolsos XL con flecos. Y todo bajo el compromiso de la sostenibilidad como manera de entender el negocio de la moda, compromiso al que Hearst es fiel también desde su firma homónima.

La propuesta de Paco Rabanne, presentada a través de un lookbook estéticamente impecable, se limita esta temporada a las cuatro paredes de una habitación. Con el lema “Your room, your dreams”, la colección evoca la seguridad que supone estar en el espacio doméstico para ser nosotros mismos y vestirnos libremente, rompiendo con convencionalismos y reglas preestablecidas. El resultado conseguido por Julian Dosenna ha estado a la altura de su ambición, ofreciéndonos una de las colecciones más atrevidas y bonitas de esta temporada. A los ya clásicos vestidos de mallas metálicas con cuerpos de piedras preciosas, se suman gabardinas plastificadas, abrigos retro rematados con detalles de peluche, jerséis de ante con cuello de encaje y una sastrería que reinterpreta el traje clásico.

Esta opulencia casi barroca está presente también en las propuestas de Schiaparelli, en las que prendas básicas en tonos negros, blanco marfil y azul marino se convierten en lienzos para lucir joyas oversize: pendientes, anillos, colgantes, broches y botones-joya de inspiración surrealista, que acaparan toda la atención, convirtiéndose en los verdaderos protagonistas de los looks.

Los que una vez formaron un tándem perfecto en la maison Valentino, Maria Grazia Chiuri y Pierpaolo Piccioli, han vuelto a demostrar por separado su inigualable talento y su genialidad creativa. Chiuri, al frente de Dior, ha presentado su colección en un fashion film donde explora el mundo de los cuentos de hadas, a través de un complejo simbolismo que pretende desafiar estereotipos muy arraigados en nuestra sociedad, y donde también encontramos referencias a la estética colegial – a través de pichis, camisas blancas, pantalones de pinzas de color gris, o mocasines con calcetines de color blanco- y al look de aviador -en gorros y abrigos-, prendas utilizadas para representar, una vez más, a una mujer fuerte y empoderada. Y todo ello con el incomparable marco de fondo del palacio de Versailles.

Irónicamente, Pierpaolo Paccioli ha escogido un teatro vacío, el Teatro Piccolo en Milán, para filmar la que es probablemente su apuesta más sobria (al menos desde un punto de vista cromático) desde que tomara las riendas de Valentino, La colección gira entorno a la sastrería, y tiene como elemento principal la camisa blanca, que se declina en todas sus formas, combinándola con vestidos, trajes y capas, y jugando con el layering de las prendas para crear looks frescos y actuales.

“El desfile de Loewe ha sido cancelado”. Con este titular, J.W. Anderson ha decidido presentar su colección para la próxima temporada. En forma de suplemento dominical, y con una tirada de casi un millón de ejemplares, el creador británico ha puesto a la firma española, una vez más, en boca de todo el mundo, no solo por el original formato elegido para su presentación, sino también por la luminosidad y el optimismo que rezuman sus propuestas, cuyo mensaje, según el propio Anderson, es claro: “La gente volverá a querer vestirse y a divertirse con la moda. El mensaje de esta colección es solo uno: ¡Créetelo, sucederá!”.

Empujados por las restricciones actuales, los diseñadores se han visto obligados a salir de su zona de confort, apostando por los formatos digitales y las nuevas tecnologías disponibles para presentar sus colecciones. Ya sea a través de un lookbook, de un fashion film, o en forma de un periódico, está claro que las presentaciones de la Semana de la Moda de París han llegado al público y han sabido emocionarlo, quizás más que nunca. En este contexto, la pregunta es inevitable: ¿Es este el fin de la era de los desfiles tradicionales tal y como los conocemos? Muy pronto lo sabremos.
Texto
VANESSA LAGO
@davani_vlb
Fotografía
VOGUE
www.vogue.com